domingo, 28 de octubre de 2012

2 en 1...

Quién no ha tenido un amor imposible, una persona inalcanzable, considerada por ti mismo como maravillosa, magnífica, el ser mas adorable sobre la faz de la tierra, la belleza suprema en todo el universo. Persona a la que te quedabas mirando durante horas, horas y horas, pensando como un ser tan perfecto podía existir... y sobre todo rezando a todos los dioses existentes... Dios, Alá, Buda, Goku, Belcebú... cualquier dios que pudieras conocer ... rezarles a todos a la vez para que esa persona te dedicase  una misera mirada, un "hola" si había suerte o un empujón al pasar por su lado....
Pues bien, yo no he tenido un amor de carne y hueso, yo amaba al Sol, no al Sol propiamente dicho como bola de fuego que da calor y te quemas si te acercas, sino como aquella persona que con solo su presencia es capaz de iluminar tus días más grises... aquella persona que si estás perdido en la oscuridad puede sacar su lado de estrella y guiarte por el camino correcto cuando más lo necesitas, esa persona que es capaz de darte calor incluso a menos 10 grados bajocero con una sola mirada.... esa persona que pensaba que no podía existir.... 

Pues bien... estos dos escritos son de hace tiempo, del 2004 y del 2007 respectivamente, dedicados a mi amor imposible de la adolescencia... mi Sol...

Gracias mi Ra.


2004

Algún día llegará el Sol que alumbre mi vida junto con las estrellas que guíen mi camino.

Algún día, él, será mi Sol, me rescatará de las profundidades del abismo y me guiará por la senda correcta.

Algún día, mi Sol, mi Ra, vendrá a mi, tomará mi mano y me mostrará un mundo que desconozco.

Algún día mi Sol se dará cuenta de que es también una Estrella...

Sol y Estrella, Luz y Guía... todo unido en un mismo ÉL.


2007  

Luna y Sol unidos por el Lazo Rojo del Destino, dos destinos identicos, amarse hasta la muerte y no poder siquiera rozarse, ya que cuando Sol se pone sale Luna, y cuando ésta se esconde es el turno de Sol para surcar los cielos.

Únicamente disponen de esos momentos en los que se entrecruzan para poder disfrutarse, pero Luna es fría y teme quemarse con Sol, o peor aún, apagar su fuego con sus gélidas manos.
Eternamente separados, maldiciendo su condición de Sol y luna, deseando no ser lo que se es para poder ser lo que no se es.

Pero de vez en cuando Luna es capaz de reunir todas sus fuerzas para mantenerse en el cielo durante el día y así poder observar a Sol aun que sea de lejos. Sol abraza a Luna sin importarle perder su fuego... Son solo unos instantes que duran una eternidad....